miércoles, 28 de octubre de 2009

DIALOGO CON LA MACARENA III



Mirando tu rostro,
ese rostro inundado
por lágrimas de Madre,
por lágrimas de mujer,
me pregunto:
¿Habrá dolor como
tu dolor,
pena como tu pena?
¿Habrá dolor más
esperanzado
que el tuyo, Señora?

¿Habrá señora
un dolor más abierto,
un dolor más entregado,
que tu dolor?

¿Habra Señora
lágrimas más llenas de Esperanza
que esas que hermosean
tan bello rostro?

¿Habrá Señora
una Madre tan entregada como tú,
una Madre que es capaz
de cambiar cualquier llanto
en alegría,
cualquier pena en gozo?

Y mirándote Macarena
y viendo tu rostro
preñado de Esperanza
me pregunto:
¿Habrá más gozo
que el de dormir un día
en este suelo
y desperta en el cielo,
ese mismo día
contemplando tu rostro?

VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
25 de octubre de 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

Sueños Macarenos



María canta una nana,
mientras en el Arco
un viejo trompeta
entona una marcha.

Duermete mi Niño,
Duerméte mi bien,
no te alejes de mis brazos,
que te aguarda Pilatos,
con una Sentencia,
si creces, bajo el Arco.

Y el Niño durmiendo,
sueña con una zarza,
en la que están creciendo
las espinas que heriran su frente.
Bajo el Arco, un niño,
ha dejado olvidada una cuerda.

¡Ay que dolor de zarza,
que pena de olvidada cuerda,
que rompera tu frente,
que atara tus manos!

Y una nube de blancas plumas
baj por la Calle Fería,
cantando con metal
nanas para el Niño
que duerme y sueña,
al amparo del Arco,
mientras su Madre
le canta nanas.

VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
25 de octubre de 2.009

viernes, 23 de octubre de 2009


miércoles, 21 de octubre de 2009

DIALOGO CON LA MACARENA II



Señora, que cada madrugada,
llenas de Esperanza, Sevilla,
mientras tu corazón sufre
y tus ojos son un mar de pena.
Cada paso que das,
cada marcha que suena,
cada gota de cera derramada
es un lágrima de tus ojos,
una lágrima de perdón
para mi pecado,
para mi locura.
Sabes de mi Calvario,
sabes de mi dolor,
sabes de mi amargura,
por eso te digo,
un jueves más,
que no me dejes de la mano,
que no me abandones,
Madre de la Esperanza,
Virgen Macarena,
Niña de San Gil,
Señora de Sevilla.
En tu mano un Rosario,
y este mes de octubre,
es el mes del Rosario,
y cada cuenta es una rosa,
es un suspiro de Sevilla,
una Sentencia,
que en el Arco condena
a tu Hijo,
y es gota de sangre
de su cabeza,
siempre traspasada
por una Corona de Espinas.
Pero sobre todo
es palabra de amor
de tu pueblo, de tu Sevilla.
Es recuerdo y ároma,
ároma de olivos en el Huerto,
amargo sabor de traicción,
flagelación y coronación,
camino del Calvario
y muerte en la Cruz,
pero es también Esperanza,
esperanza de un Domingo
luminoso y un sepulcro vació,
donde tu llanto se convierte,
Madre Macarena,
en glorioso encuentro.

jueves, 8 de octubre de 2009

DIALOGO CON LA MACARENA I


Hoy es Jueves, vísperas de un nuevo viernes, hoy es Jueves, y mi cabeza y mi corazón van y vienen de mi casa a la Basílica, donde otro Jueves, el Santo, pase ante sus plantas y donde si Dios quiere, el Jueves Santo del año que viene volveré a orar ante la Madre, ante la Virgen que llena Sevilla y a todos sus devotos de Esperanza, el tiempo pasa despacio cuando se espera una cosa con tanto anhelo, por eso he decidido que espiritualmente todos los jueves del año, hasta el próximo jueves santo te visitaré Señora espiritualmente a través de esta página y en ella iré dejando textos que como flores te ofrezco, palabras, que como velas enciendo ante ti, si mi corazón fuera capaz escribiría versos que enjugaran tu llanto y oraciones que como incienso aromatizara tu imagen hasta el próximo Sábado de Pasión, cuando de nuevo este a tus plantas, esperando gozoso la hoa de verte de nuevo en una calle de Sevilla, la próxima madrugá, y así el tiempo se me hará más corto.María de la Esperanza,María Macarena,Reina de la Esperana de Sevilla,módelo de felicidaddesde la pobreza de tu corazón,desde la pobreza de tu vida.Mirándote hoy me pregunto:Si yo que tengo más no soy capaz de ser feliz¿por qué faltan las sonrisas a mis labios,muchas veces?Mirandote al rostro,a ese hermoso rostro sevillano,que llora, mientras esboza una sonrisa,a pesar de la pena,a pesar de ver condenar injustamente a tu Hijo,me atrevo a pedirteque me ayudes a ser feliz,que me ayudes a saber que la riquezano está en el mucho dineroque pueda tener, que no tengo,en la casa donde habitó,o en la abundancia del platoque a diario como.Sino que está, Virgen de la Esperanza,en el Ser y saberse amadopor Dios y por tu Hijo.Mirándote a los ojosy viendo que me mirascon ese cálido brillo,y ternura que sólo una madrees capaz de esbozarte pido que me ayudesa alzar mis ojos al Cielo,a ese cielo que un día,te bajo a Sevillapara llenarnos de Esperanza,Señora.Enséñame a valorarcada hora de mi vida,como un regalo del cielo,como un regalo tuyo,y a no malgastar mi tiempoen cosas innecesarias,que me alejen de ti y del cielo,que enriquecen mi cuenta,pero empobrecen mi almaporque me olvido con ellasde Dios, de tu Hijo y de Ti.Enseñame a estar, siempre,en camino,como tú, Madre Macarena,dispuesta a escuchartantas plegarias,tantas peticionesde aquellos que a mi lado pasan,porque así mi riqueza estarácustodiada, mejor por ti,que por el banquero,en el Reino de los cielos.Tú que siendo pobre,fuiste a los ojos del Padre,la mujer más rica de la tierra,ayúdame a no poner mi corazón,mi futuro en lo meramente materialsino en ir comprando ladrillospara mi morada del cielo,y que esa morada esté,no como ahora,lejos de tu hogar,sino muy cerca,en ese barrio tuyoque en el cielo de Sevillacomo en Sevillalleva tu nombre puestoy como acá, allá,se llama Macareno.
Víctor Hernández Mayoral. Octubre de 2.009