Hoy es Jueves, vísperas de un nuevo viernes, hoy es Jueves, y mi cabeza y mi corazón van y vienen de mi casa a la Basílica, donde otro Jueves, el Santo, pase ante sus plantas y donde si Dios quiere, el Jueves Santo del año que viene volveré a orar ante la Madre, ante la Virgen que llena Sevilla y a todos sus devotos de Esperanza, el tiempo pasa despacio cuando se espera una cosa con tanto anhelo, por eso he decidido que espiritualmente todos los jueves del año, hasta el próximo jueves santo te visitaré Señora espiritualmente a través de esta página y en ella iré dejando textos que como flores te ofrezco, palabras, que como velas enciendo ante ti, si mi corazón fuera capaz escribiría versos que enjugaran tu llanto y oraciones que como incienso aromatizara tu imagen hasta el próximo Sábado de Pasión, cuando de nuevo este a tus plantas, esperando gozoso la hoa de verte de nuevo en una calle de Sevilla, la próxima madrugá, y así el tiempo se me hará más corto.María de la Esperanza,María Macarena,Reina de la Esperana de Sevilla,módelo de felicidaddesde la pobreza de tu corazón,desde la pobreza de tu vida.Mirándote hoy me pregunto:Si yo que tengo más no soy capaz de ser feliz¿por qué faltan las sonrisas a mis labios,muchas veces?Mirandote al rostro,a ese hermoso rostro sevillano,que llora, mientras esboza una sonrisa,a pesar de la pena,a pesar de ver condenar injustamente a tu Hijo,me atrevo a pedirteque me ayudes a ser feliz,que me ayudes a saber que la riquezano está en el mucho dineroque pueda tener, que no tengo,en la casa donde habitó,o en la abundancia del platoque a diario como.Sino que está, Virgen de la Esperanza,en el Ser y saberse amadopor Dios y por tu Hijo.Mirándote a los ojosy viendo que me mirascon ese cálido brillo,y ternura que sólo una madrees capaz de esbozarte pido que me ayudesa alzar mis ojos al Cielo,a ese cielo que un día,te bajo a Sevillapara llenarnos de Esperanza,Señora.Enséñame a valorarcada hora de mi vida,como un regalo del cielo,como un regalo tuyo,y a no malgastar mi tiempoen cosas innecesarias,que me alejen de ti y del cielo,que enriquecen mi cuenta,pero empobrecen mi almaporque me olvido con ellasde Dios, de tu Hijo y de Ti.Enseñame a estar, siempre,en camino,como tú, Madre Macarena,dispuesta a escuchartantas plegarias,tantas peticionesde aquellos que a mi lado pasan,porque así mi riqueza estarácustodiada, mejor por ti,que por el banquero,en el Reino de los cielos.Tú que siendo pobre,fuiste a los ojos del Padre,la mujer más rica de la tierra,ayúdame a no poner mi corazón,mi futuro en lo meramente materialsino en ir comprando ladrillospara mi morada del cielo,y que esa morada esté,no como ahora,lejos de tu hogar,sino muy cerca,en ese barrio tuyoque en el cielo de Sevillacomo en Sevillalleva tu nombre puestoy como acá, allá,se llama Macareno.
Víctor Hernández Mayoral. Octubre de 2.009