miércoles, 25 de mayo de 2011

DIALOGO CON LA MACARENA



Dios puso en tu rostro

las lágrimas de mis ojos,

para secar el llanto

de mi pena

y llenar mi alma de ti,

Esperanza.


Tu sonrisa apenada,

es alegría, es dicha,

para mi espíritu

enfangado en el llanto,

en la pena, en el dolor,

Madre Macarena.


Tu sentimiento,

es igual que el mío,

cuando te miro

y llorando te llamo

y mirándote sonrío

porque soy todo tuyo:

Macarena.

miércoles, 18 de mayo de 2011

DIALOGO CON LA MACARENA





Me gusta sentirte, cercana,
aunque no esté ante ti,
aunque no entiedan
como puedo sentir lo que siento
ante ti. ¿Acaso un Hijo
puede tener sentimientos contrarios
ante las distitas fotos de su Madre?

Y me gusta mirarte, así,
como ahora, en la noche,
y mirándote pensar en ti
y sentirte Esperanza
y sentirte Madre.

Y me gusta, cuando estoy triste,
como puedo estarlo estar tarde,
alejarme de los ruidos de mi calle
y buscarte en el horizonte,
y gritar al aire tu nombre
y escuchar al eco responder,
una y otra vez: Esperanza.

Y viendo viajar el eco de mi voz,
imaginar, pensar, soñar,
que lleva mi grito sobre su lomo,
como un caballo blanco,
hasta el Arco que es puerta
de tu casa de la tierra,
y él pone ante ti, lo que yo,
por la lejanía no puedo,
mi grito de hijo en la distancia
que te llama, una vez más:
Madre de la Esperanza.