miércoles, 28 de julio de 2010



Antes de ti,
mi vida en un desierto,
en el que no cabía
la palabra Esperanza.
Antes de ti,
mi vida un caos,
un ir y venir sin rumbo,
sin destino fijo.
Antes de ti,
mi vida era una absurda apuesta,
un juego de valientes,
donde lo más fácil,
era apostar y perder.
Antes de ti,
mi vida no era nada,
no tenía sentido,
no tenía Esperanza.
Antes de ti,
era un continuo huir,
un salir de mi mismo,
para entrar de nuevo en mi.
Antes de ti ...
antes de ti,
yo no era nada.
Pero al encontrarte,
y mirarte y dejarme mirar por ti,
mi vida cambio
el absurdo de mi vivir
se convirtio en un vivir para ti
para tu Hijo y para los demás.
Al encontrarte
como en un puzle
las piezas de mi vida
una a una fueron encajando
y ya sólo pienso en vivir
no para mi sino para ti
y desde ti para los demás.
VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
28 de Julio de 2.010

miércoles, 21 de julio de 2010



Mi corazón, tierra baldía,
Madre, hoy vengo a ofrecerte,
por que te necesito,
por que necesito una hortelana
que plante de nuevo en él,
el grano de trigo que un día,
sin grandes palabras
sin metaforas,
ni florales juegos literarios
un corazon humilde,
como el tuyo, Madre,
en él planto con la Esperanza
de que llegará un nuevo verano
y aquel grano fuera trigo y pan.

Mi corazón te ofrezco,
como un pequeño huerto,
para que plantes en él,
esa Palabra, humilde,
que de la boca de Aquel
que en tu arco es sentenciado
sea en mi Vida.

Mi corazón te ofrezco,
para que le trilles
con el duro trillo de octubre,
siembres el grano
en otoño,
para que el invierno
no lo cubra de nieve y lo mate
para en una nueva primavera,
en una nuevo mayo florezca
y en otro verano, menos arido que este,
de el ciento por uno.

Mi corazón te ofrezco
para que tus manos los transformen
de árida tierra sin fe
en fértil trigal transformes,
y a pesar de la tormenta
vida me des en esperanza
para vivir mis días
y morir en tus brazos.

VICTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
22 de Julio de 2.010
Santa María Magdalena