Antes de ti,
mi vida en un desierto,
en el que no cabía
la palabra Esperanza.
Antes de ti,
mi vida un caos,
un ir y venir sin rumbo,
sin destino fijo.
Antes de ti,
mi vida era una absurda apuesta,
un juego de valientes,
donde lo más fácil,
era apostar y perder.
Antes de ti,
mi vida no era nada,
no tenía sentido,
no tenía Esperanza.
Antes de ti,
era un continuo huir,
un salir de mi mismo,
para entrar de nuevo en mi.
Antes de ti ...
antes de ti,
yo no era nada.
Pero al encontrarte,
y mirarte y dejarme mirar por ti,
mi vida cambio
el absurdo de mi vivir
se convirtio en un vivir para ti
para tu Hijo y para los demás.
Al encontrarte
como en un puzle
las piezas de mi vida
una a una fueron encajando
y ya sólo pienso en vivir
no para mi sino para ti
y desde ti para los demás.
VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
28 de Julio de 2.010