miércoles, 4 de agosto de 2010



En esta noche de agosto,
al mirarte, Madre, olvidar quisiera mi vida,
mientras desde el cielo,
tus ojos me miran,
en parpadeantes estrellas.

En esta noche de agosto,
quisiera poner en tus manos,
que para mí, en cuna se han convertido,
mi corazón de hombre,
como si un niño fuera,
para que tú lo abrazaras,
lo mecieras en medio de la lucha,
lo durmieras, como dormías
al Niño en la Nochebuena.

Y así, sientiendo tu caricia,
y la voz de tu palabra
mi corazón, indómito,
siempre rebelde,
siempre en busca,
sentirse ciego y, tú, su lazarilla,
la mano que le guía,
que le conduce de este valle
a su morada definitiva.

Por que mi vida ha sido busqueda
busqueda de tu mirada,
busqueda de tu presencia,
busqueda de la Madre,
que un día desde el Árbol
tu Hijo quiso que se convirtiera
en mi Madre de la Esperanza.

VÍCTOR HERNÁNDEZ MAYORAL
5 de agosto de 2.010
Festividad de la Dedicación de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma.

1 comentario:

  1. El día de Santa María la Mayor, patrona de mi ciudad y tú, mi hermano me sorprendes con este maravilloso diálogo, gracias por traerme de nuevo el diálogo humilde, sincero y maravilloso de uno de los corazones más grandes como es el tuyo.
    Besos enormes de tu hermana.

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